Café dulce, café amargo.
"Para todos los niños y las niñas que tienen el cielo como techo"
Algunos niños dicen que se aburren,
yo no tengo tiempo para jugar.
Lloran porque no quieren ir a la escuela,
y yo porque no puedo ir.
Hay quien quiere un televisor en la habitación,
y yo una casa que no sea de cartón.
A menudo se enfadan con sus padres,
yo, cada día, los echo de menos.
Ellos tienen amigos de su edad,
yo solo el vagabundo del acordeón.
Algunos bailan para pasarla bien,
y yo lo hago por necesidad.
A muchos niños no les gusta la sopa,
y yo doy gracias si consigo un plato al día.
Hoy, un cielo azul inunda sus espaldas,
el mio se llena de oscuros nubarrones.
Sus vidas están llenos de proyectos,
y yo no sè muy bien que camino seguir.
Ellos tienen un techo y una cama,
yo la luna en el firmamento.
Me llamo Mikhail, tengo nueve años,
y esta dulce melodía es la que suena en mi corazón.
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